20.000 metros cuadrados de la superficie Laminam cubren el exterior de la Villa Olímpica de Pekín construida para atletas de todo el mundo.
Al sur del Centro Nacional de Deportes Olímpicos, la Villa Olímpica y Paralímpica de Beijing, sede durante 53 días de los atletas que han venido a la capital china para competir en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno, es el resultado de la renovación completa de una antigua estructura de acero en el corazón del distrito industrial de Beijing y consta de 50 edificios que sirven para diferentes propósitos.
Apartado del resto de la ciudad, aquí también es donde los atletas pasarán su valioso tiempo antes y después de las competiciones, inmersos en la atmósfera casi misteriosa de un conjunto arquitectónico que transmite al espectador el carácter de quienes lo habitan: solemnidad, intensidad y exclusividad.
Las majestuosas fachadas revestidas de cerámica, cuyo ritmo está marcado por grandes ventanales, dan la bienvenida a los visitantes con el diseño Made in Italy de Laminam.
Entre ellos, las fachadas exteriores del edificio reservado para la sede del Comité Organizador y la estructura donde se realizarán las competiciones de BIG AIR, freestyle ski y snowboard.
Detrás de la construcción del complejo, que comenzó en septiembre de 2018 y concluyó a mediados de 2021, se encuentra el ambicioso diseño de Bo Hongtao, arquitecto jefe del proyecto que, con la renovación de la antigua fábrica en Shougang, tenía como objetivo explorar la arquitectura contemporánea adoptando el legado del sitio industrial existente.
Por lo tanto, la Villa Olímpica se creó a partir de la preservación de la estructura original de acero y hormigón, enriquecida con llamativos corredores paisajísticos creados para construir un diálogo entre el escenario interno y externo. En una hábil interacción de recuperación e integración, el diseño de Village da nueva vida al sitio estructural original, reinterpretándolo de una manera moderna y, sobre todo, sostenible, según lo exigen las directrices gubernamentales diseñadas para evaluar el impacto ambiental de cada proyecto de construcción.
Sin embargo, la nueva estructura se mantiene fiel al contexto urbano en el que se encuentra.
Y es precisamente en este contexto de conservación e innovación donde encaja la implicación de Laminam.
Si, desde un punto de vista estético, el revestimiento cerámico elegido para las fachadas exteriores hace un guiño al estado de ánimo de todo el distrito, por otro lado, sus cualidades inherentes de prestigio son la tarjeta de presentación de un estado del arte y frontera tecnológica. Las losas de Laminam de gran tamaño de 1000×3000 mm y espesor reducido de Laminam 3+ de Oxide Moro, reúnen una alta resistencia a los esfuerzos mecánicos, químicos, desgaste, rayaduras y abrasión severa. Además, por su propia naturaleza, son higiénicos y resistentes a las heladas, al moho ya los efectos de los rayos UV.
Las superficies, en el color Moro de la serie Oxide, imitan los efectos de las diferentes condiciones climáticas sobre el hierro, creando impresiones de gran textura realzadas por el juego de luces. Una textura fruto de una extensa investigación estética, combinando múltiples tecnologías decorativas y enriqueciéndolas con pigmentos naturales de aspecto metalizado.
“El diseño de la Villa Olímpica de Beijing se basa en tres pilares principales: continuidad, innovación y sostenibilidad”, explicó Bo Hongtao. “A la hora de buscar materiales, no tuve muchas dudas sobre la elección. Si bien el acero ofreció la solución estética más consistente, no podía contar con su confiabilidad en términos de resistencia a la intemperie. Excluyendo el vidrio por su excesivo peso, encontré todas las características estilísticas y funcionales que buscaba en las losas de Laminam, ante todo su ligereza y textura. Por su parte, la textura específica de la serie Oxide crea extraordinarios juegos de luz que, en definitiva, otorgan mayor protagonismo a todo el conjunto”.