El estudio de arquitectura de A-cero, dirigido por Joaquín Torres, presenta una nueva vivienda unifamiliar situada en una zona residencial de Oviedo, Asturias. La residencia se divide en tres diferenciados niveles, planta sótano, planta baja y planta alta organizadas en torno a 780 m2 y se caracteriza por contar con una fachada ventilada en travertino Noce.
Este nivel tiene una superficie total de 347m2, en el que es posible encontrar diferentes estancias tales como el garaje de 13 0m2, que da servicio a cuatro vehículos, una sala de juegos de 37 m2, gimnasio de 1 2m2, piscina interior de 2 5m2, sauna de 6m2, dormitorio de servicio con baño en 1 8m2, zona de lavadero – tendedero en 14 m2. Por lo que observamos, este nivel se ha destinado exclusivamente para las zonas de ocio, relax, deporte y para ubicar el area del personal de servicio de la vivienda. Este sótano, a su vez dispone de un porche en el garaje de 10m2.
La planta de acceso a la vivienda, suma un total de 326m2 interiores. Este en este nivel en el que se disponen las zonas de uso común de la vivienda, cocina, salón, comedor, aseo de cortesía, despensa, zona de limpieza, y bodega. A excepción de este uso público, se ubica en esta planta el dormitorio de invitados con baño independiente con un total de 32m2. Porche en la zona de acceso y porche en la zona de salón comedor, en un total ambos de 50m2. En cuanto a terrazas, se han construido 3, salón, cocina – bodega y una exterior, en 55m2.
La planta alta se encuentra la zona privada de la vivienda y de descanso en 260 m2, donde se sitúan los dormitorios. El principal en suite con vestidor y sala de estar en un conjunto de 90 m2, y dos dormitorios secundarios en suite con vestidor en 40 m2 aproximados.
En general, se ha buscado el perfecto funcionamiento de la vivienda en relación a las necesidades de la propiedad y lógica de uso. La vivienda se desarrolla en dirección sureste-noroeste, buscando en la medida de lo posible las vistas, el soleamiento y la privacidad.
La solución formal ha sido resultado de una estética buscada, de la necesidad de privacidad, del entorno circundante, así como de la adaptación de la edificación a la pendiente y configuración propias de la parcela sobre la que se asienta.
Es apreciable el carácter escultórico de la vivienda, tanto en el uso de los materiales con en las formas, creando un juego de volúmenes La fachada exterior está realizada en travertino, madera, vidrio blanco y vidrio negro.
