La empresa Rubbhall, con más de 50 años de experiencia en su haber, es un proveedor destacado de naves de lona flexibles aptas para una amplia variedad de aplicaciones. Recientemente, la empresa completó la entrega de una nave de producción a la empresa noruega Larvikittblokka que comercializa bloques de piedra natural. La nave se erigió en condiciones desafiantes y se caracteriza por una multitud de soluciones funcionales, consolidándose como uno de los proyectos más complejos en cuanto a naves de plástico en el mercado actual.
La nave de producción en cuestión es una obra maestra de la ingeniería con características únicas, según afirma Øyvind Kristiansen, director de ventas de Rubbhall. Desde el inicio del proyecto, se puso un gran énfasis en la implementación de soluciones funcionales específicas para esta estructura, la cual fue diseñada a medida y se encuentra en su estado bruto.
La impresionante superficie de la nave abarca 1.770 metros cuadrados, con una altura libre bajo el techo de más de 10 metros. En su interior, alberga un robusto puente grúa de 40 toneladas y cuenta con una serie de equipamientos que incluyen 3 sierras de hilo simple, 1 sierra de hilo múltiple, 1cortadora y una planta de tratamiento. Además, se ha incorporado un sistema integrado de recogida de agua y canalones en el suelo, y se ha implementado una eficiente iluminación LED, que no solo reduce costos sino que también es amigable con el medio ambiente. Las paredes están aisladas con un espesor de aislamiento de 100 mm, y el vestíbulo está equipado con un total de 10 portones, 4 puertas y 6 amplios ventanales.
Este proyecto se llevó a cabo durante un período que abarcó desde febrero hasta diciembre, proporcionando a los trabajadores de la cantera condiciones de trabajo óptimas. En su realización, un destacado equipo de empresas afiliadas a Rubbhall colaboró en diferentes aspectos, como CC Betong, que se encargó de los trabajos de hormigón, y Plamek, que realizó el montaje de manera constante.
Jon Arild Hansen, director de operaciones de Larvikittblokka, expresó su entusiasmo al afirmar: «Es una sensación maravillosa pasear por el nuevo Rubbhallen y ver lo bien que ha quedado. He visto varias naves similares en nuestro mercado, y esta es sin duda la que más ganas de trabajar da. El hecho de que sea un Thermohall® significa que no hay mucha reverberación en el trabajo, al mismo tiempo que regula bien la temperatura y tiene una excelente ventilación. Esto es importante para nosotros, que valoramos la seguridad en el trabajo y el entorno laboral».
En los últimos dos años, Rubbhall ha entregado dos naves grandes y altamente funcionales a las canteras de Larvik. Jan Henrik Hansen, director general de Larvikittblokka, afirmó con satisfacción: «Cuando invertimos en nuevas máquinas y equipos para la producción de bloques de Larvikita, surgió una gran necesidad de nuevas naves de producción. Estamos tan satisfechos con la nave anterior de Rubbhall que nunca hubo dudas sobre quién se encargaría de la nave número dos».
