El Gobierno de la Comunidad de Madrid invertirá 4,2 millones de euros en el nuevo proyecto de ‘La Nevera’, el mítico pabellón deportivo del IES Ramiro de Maeztu destruido por Filomena en 2021.
El Ejecutivo regional aprobará la contratación de las obras en próximas fechas para comenzar las labores tras el verano. El proyecto plantea que el nuevo pabellón se construya como un edificio independiente del resto del centro educativo, con el que conectará mediante una pasarela a la zona de Secundaria. Esto permitirá que haya una separación rigurosa de los circuitos para dividir el acceso de los alumnos y el de los jóvenes del ‘Estu’.
La obra consistirá en la construcción de un nuevo edificio, con un volumen superior al antiguo, que albergará una pista de baloncesto y dos transversales de menor tamaño, gradas y vestuarios. Además, la infraestructura contará con numerosas medidas encaminadas a la climatización sostenible. Así, se instalarán placas fotovoltaicas para generar su propia energía. En paralelo, contará con fachadas ventiladas mediante placas de piedra para mejorar el aislamiento y ahorrar energía. También se salvarán los desniveles y se mejorará la accesibilidad de la parcela.
Al margen de la reconstrucción, las obras servirán para realizar importantes mejoras en el edificio de Secundaria del instituto. Por ello, se va a redistribuir el departamento de Artes Plásticas para facilitar la construcción de la nueva pasarela y se remodelarán los aseos para incluir mejoras de accesibilidad, modificaciones que también se llevarán a cabo en accesos y en las principales zonas de paso. En esta misma línea, se va construir un ascensor exterior que dará servicio al edificio de Secundaria, en el que también se redistribuirán algunos despachos y aulas. Asimismo, se reformarán las aulas de informática que también resultaron dañadas por Filomena.
El Gobierno madrileño ya ejecutó en su momento las obras de demolición del polideportivo, tarea que supuso una inversión próxima a los 190.000 euros. Los técnicos tomaron la decisión de derribar por completo la infraestructura a fin de garantizar la integridad tanto del alumnado como del resto de usuarios, y es que la acumulación de nieve en la cubierta, de en torno a 60 centímetros de espesor, provocó que la estructura colapsara, afectando a todas sus dependencias.