La cantera Swenson Granite de Concord (New Hampshire, Estados Unidos) se está expandiendo hacia el norte. Una ampliación que viene motivada por las ventajas medioambientales del granito frente al hormigón en cuanto a la producción de gases de efecto invernadero se refiere. Sus clientes se están decantando por el granito como alternativa a los bordillos de hormigón para reducir el impacto climático.
“El hormigón tiene una huella de carbono gigantesca… Muchos de esos bordillos de hormigón se están sustituyendo por granito. Los prescriptores están contentos por saber que tienen una alternativa más verde”, declara Scott Herrick, asesor principal de Swenson.
La fabricación del cemento, principal componente del hormigón, supone una importante liberación de CO2, el principal gas de efecto invernadero. Se ha llegado a estimar que la fabricación de cemento representa el 8% de todas las emisiones de CO2 del mundo. Y uno de sus usos habituales está destinado a los bordillos.
Actualmente Swenson Granite, que lleva trabajando en Rattlesnake Hill, junto a North Main Street desde 1883, está retirando la ‘sobrecarga’ (tierra y rocas que cubren la ‘piedra buena’) de la parte norte de la cantera, por lo que han incrementado la cantidad de voladuras. La nueva zona formará parte de una cantera de acceso directo, que permitirá transportar la piedra directamente en lugar de tener que elevarla más de 100 metros desde la cantera principal con una enorme grúa. De este modo se reducirá considerablemente el coste de extracción de la piedra. En esta cantera abunda la especialidad de granito Concord Gray.
Swenson y la cantera Rock Of Ages de Vermont fueron adquiridas en 2016 por la firma de inversión canadiense TorQuest Partners, que también compró la de Polycor en Quebec uniendo las tres para crear un gigante del sector.