La Dirección General de Patrimonio Cultural de Munrcia ha incoado el procedimiento de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial a favor de la técnica constructiva tradicional de la piedra en seco en la Región de Murcia.
Esta técnica es el arte de construir que utiliza como único material piedra sin desbastar o poco desbastada, así como otras que se trabajan cuidadosamente a modo de sillares, sin emplear ningún tipo de argamasa que las cohesione.
La piedra utilizada es, preferentemente, la localizada en las inmediaciones del lugar de la construcción.
Las hormas de piedra seca, que es el término más usado en la Región de Murcia, se utilizan principalmente para construir elementos que delimitan y afianzan caminos y huertos, inmuebles de usos para la ganadería y la agricultura, elementos ligados al agua y otros de carácter preindustrial.
Estas construcciones constituyen un testimonio de los métodos y prácticas usados por las poblaciones desde la Prehistoria hasta la época moderna, organizando espacios de vida y trabajo para sacar el máximo partido de los recursos naturales y humanos de cada territorio.
Según los expertos, los muros de piedra seca desempeñan un papel esencial en la prevención de corrimientos de tierras, inundaciones y avalanchas, en la lucha contra la erosión y desertificación de terrenos, en la mejora de la biodiversidad y en la creación de condiciones propicias para la agricultura.
Los depositarios y practicantes de este elemento del patrimonio cultural son las comunidades rurales donde está arraigado, así como las personas expertas que transmitieron los conocimientos de esta técnica constructiva de generación en generación.
Los conocimientos y técnicas del arte de construir muros en piedra seca como técnica constructiva tradicional se inscribieron en 2018 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Numerosos bienes protegidos situados en la Región incluyen construcciones de horma de piedra en seco, como las norias de Abarán, el Estrecho del Solvente (Ojós), las Salinas Reales de Sangonera la Seca (Murcia), la sierra minera de Cartagena y La Unión, los pozos de la nieve de Sierra Espuña (Totana), el monasterio de Santa Ana del Monte (Jumilla), el poblado íbero-romano de Bolbax (Cieza) o las Salinas de Marchamalo de Cabo de Palos (Cartagena).
También otros espacios protegidos como los hornos de yeso del Monte Miravete (Murcia), los ‘cucos’ de Jumilla o el pozo de la nieve de la sierra de El Carche, en la misma localidad.
La resolución de la Dirección General de Patrimonio Cultural concluye que quedan catalogadas por su relevancia cultural mediante la declaración de patrimonio inmaterial de la piedra en seco las hormas de piedra tosca de Caravaca de la Cruz, las de la Huerta Histórica de Aledo, las terrazas del olivar del Chícamo (Abanilla) y el acueducto de Los Arcos de la Corona (Abarán).
Bajo el mismo paraguas se incluyen el camino y la presa de La Curiosa (Jumilla), los caminos militares y mineros de la zona oeste de la sierra de La Muela-Cabo Tiñoso, en La Azohía (Cartagena), los ‘cucos’ de Yecla, Abanilla y Cieza, y terrazas y senderos en La Garapacha (Fortuna), entre otros bienes.
Además, en la resolución se plantean algunas propuestas ante la inminente desaparición del conocimiento y práctica de la construcción en piedra seca. Una de ellas es la creación de escuelas de oficios tradicionales o escuelas taller en las que se pueda aprender y difundir esta técnica y comprender su valor excepcional, sobre todo para la preservación del paisaje rural.
También aboga por crear la figura de aprendiz en los estudios de Formación Profesional Dual, con el fin de evitar la pérdida de los conocimientos y técnicas de este oficio milenario, y por fomentar, desde la Administración autonómica, la constitución del censo de piedra en seco en la Región para identificar los bienes y salvaguardarlos.
