La brasileña Guidoni ha adquirido la fábrica de tablero de conglomerado de cuarzo para el sector de la construcción Seaquarz por ocho millones de euros. Tal y como ha informado La Voz de Galicia, su último propietario, el empresario valenciano Salvador Ortí, cerró el pasado martes en el país sudamericano un acuerdo de venta de la totalidad de las acciones al grupo Guidoni, que cuenta con 33 minas en Brasil, un censo de 800 trabajadores y una fábrica propia. La adquisición de la antigua Tile Stone le abre la puerta al mercado europeo, con una factoría que ha atravesado por distintos avatares desde su arranque, a principios de los noventa.
Ignacio Roselló, director general de Seaquarz, explicó que la operación se cerró con un precio de venta de ocho millones que, entre otros objetivos, servirán para refinanciar las deudas que tenía la empresa, también con los trabajadores. De hecho, fue un grupo de 39 empleados el que, en el año 2012, cuando el grupo italiano Quarella llevó a la quiebra a la compañía, decidieron acudir a la subasta y hacerse con su titularidad. No obstante, por problemas para obtener financiación, decidieron venderla a Salvador Ortí, que llevaba cinco meses de negociaciones con varios grupos y fondos de inversión para que entraran en el capital de esta. Será a partir de ahora cuando los trabajadores puedan obtener por fin el dinero de sus participaciones.
Roselló explicó que el grupo brasileño ha valorado, entre otros, la experiencia y el conocimiento que ha demostrado en el mercado la empresa. Los nuevos dueños se desplazarán la semana próxima hasta Narón para realizar la primera toma de contacto con las instalaciones y la plantilla, aunque no será hasta principios del próximo año cuando tomen las riendas definitivamente. El director general de la planta afirma que la intención de Guidoni no es solo mantener la plantilla, sino, además, poner en marcha un tercer turno de trabajo para incrementar la capacidad productiva.
La factoría tiene capacidad para fabricar alrededor de 3.000 tableros de piedra al mes y, en el último año, se ha volcado en el desarrollo de nuevos colores pasando de los 13 que ofertaba en el 2014 a los 22 con los que ahora cuenta.
La dirección de Seaquarz, que podría cerrar este ejercicio con un volumen de facturación de 3,5 millones, ya ha informado a la plantilla de la operación.