La propuesta de los arquitectos bilbaínos Imanol Iparraguirre y Aritz Díez ha sido la ganadora del Concurso Internacional de Arquitectura Richard H. Driehaus, dirigido a la conservación del patrimonio histórico, para Trujillo (Cáceres).
En declaraciones de Imanol Iparraguirre a Focus Piedra, el arquitecto señala que «el planteamiento es emplear piedra natural, para la mampostería trataremos de emplear la procedente de los muros arruinados en el interior de la parcela, pero no sé si será suficiente. En todo caso sí emplearemos sillería de piedra natural para elementos como columnas, esquinas, dovelas de arcos, alfeizares, marcos etc. Y también para el cilindro adosado a la torre, que desde el punto de vista del empleo de la piedra puede ser el elemento más interesante».
Este certamen proponía, por iniciativa del Ayuntamiento de Trujillo y de la Fundación Xavier de Salas, potenciar y revalorizar la zona que comprende desde el Arco de Triunfo hasta la Puerta de La Coria, tanto dentro del recinto amurallado como en el exterior.
El diseño de estos arquitectos plantea pequeñas intervenciones dirigidas a resaltar los valores propios del lugar sin alterar el paisaje y la silueta de Trujillo, según explican fuentes de la organización. Concretamente, Iparraguirre y Díez proponen la construcción de un edificio en un espacio que ahora está en ruinas entre la plazuela de Los Moritos y el convento La Coria. Su construcción, con diferentes alturas, aprovechando la orografía del terreno, sería al estilo de casa solariega tradicional. Se podría destinar a una ampliación de la propia sede de la Fundación Xavier de Salas, con espacios para reuniones, aulas e, incluso, residencia, según apunta el coordinador del certamen y presidente del jurado, Alejandro García Hermida. Este planteamiento incluye la apertura de una calle que conecta la Coria con Los Moritos.
En la zona exterior, los arquitectos vascos proponen una mínima intervención con la que se adecentaría el paseo ya existente. También sugieren la colocación de pequeños hitos, además de mejorar la accesibilidad y la iluminación.
El coordinador del certamen detalla que estas intervenciones se harían manteniendo la arquitectura tradicional, con materiales de la zona y que pueda generar riqueza con profesionales de la localidad.
Tal y como reza la memoria del proyecto: «La propuesta presentada evoca fragmentos de las arquitecturas que nos son más queridas. Una elección por fuerza personal pero unida a esta tradición del lugar, a su memoria. Frente a la vanidad del diferenciarse se impone aquí la voluntad de integrarse; frente a la originalidad, la serenidad de los modelos conocidos; frente a la moda, el deseo de permanecer. Esto es, el deseo de construir una obra que parezca haber existido siempre».